Artistas,  Publicaciones

Ulises Carrión

UNA TRADUCCIóN

En 1986 el Stedelijk Museum de Ámsterdam organizó un exposición con el neutral título: «Amsterdam 60/80». La exposición intentaba dar un panorama de las actividades dentro de las artes visuales en los últimos veinte años, un recuento de la vivacidad y el dinamismo de la ciudad y de los artistas y centros culturales que la generaron. Una sección de la exposición, alojada en las salas del Museo Fodor, estaba dedicada a «Other Books and So», uno de los centro más activos e inclasificables con los que contó la ciudad de los canales en esos dos decenios. A medio camino entre sala de exposición y tienda, «Other Books and So» había dado cabida y promovido algunas de las tendencias más críticas y renovadoras en las artes plásticas tanto en Holanda como en Europa. El reconocimiento del Stedelijk Museum a este centro era también un reconocimiento a su creador y Alma Mater: Ulises Carrión.

En 1970 Carrión había publicado «De Alemania», una serie de siete relatos que recibió entusiastas críticas en México. Uno de los cuentos llevaba como título ‘De regreso a Ámsterdam’ en donde Carrión adelantaba el final por su «mala costumbre de entender las cosas, de sacar conclusiones desde afuera, cerrado ya el círculo, a pesar de que la única verdad se forma uniendo la primera palabra a la que sigue y así hasta la última, a donde solo podemos llegar por las anteriores’. Cuando Carrión dice ‘verdad’ podríamos leer también ‘literatura’ pues un pasaje como el que citamos pareciera ya condensar algunos de los problemas que Carrión desarrollará más tarde en su obra: un cuestionamiento de lo literario y de los elementos que lo componen y un interés por las estructuras y canales a través de los que se intenta mostrar la realidad. ‘De regreso a Ámsterdam’ fue publicada en 1970, año que Carrión se estableció definitivamente en Ámsterdam luego de haberla visitado en varias oportunidades y a partir de ese momento hará de ella su segunda ciudad, su nueva patria.

Carrión llegó a Holanda luego de haber estudiado literatura  y filosofía en México, París y Leeds. A «De Alemania» le había precedido «La muerte de Miss O» en 1966, ambos libros de narraciones que delataban ya su fuerte personalidad creativa y su interés por fenómenos que trascendían lo puramente literario.

En Ámsterdam participó desde su creación, en 1972, en el «In-Out Center», una de las primeras iniciativas de los hoy denominados ‘espacios alternativos’ en donde artistas plásticos que trabajaban desde una perspectiva diferente a la aceptada dentro del establishment de galerías y museos, intentaban mostrar sus obras. De ahí su denominación de ‘Centro’ que les ayudaba a distanciarse y crear un nuevo punto de partida. Fue en contacto con los artistas del «In-Out Center» y con las obras que allí se exponían que Carrión decidió abandonar la ‘creación literaria’ de la manera como la había practicado hasta ese momento y comenzó a incorporar dentro de su perspectiva lo visual como una forma diferente de atacar no sólo el fenómeno de lo literario sino también de las estructuras subyacentes en lo social. En una entrevista de 1978 Carrión explicaba: «Yo comencé como literato, pero llegó un momento en que me dí cuenta que ese ámbito me quedaba chico y no podía continuar escribiendo cuentos y relatos en un sentido tradicional. Ahora el lenguaje sigue siendo mi materia prima, pero nada más que eso. Por ello mis performances son performances de lenguaje, pero también echan a mano otros materiales. De ahí el carácter de artista interdisciplinario, situación que, por otro lado, es típica en el arte y el artista contemporáneo. Los artistas actuales se han ganado el derecho de ejercitar una libertad que les permite ir cómodamente de un lugar a otro, utilizando los materiales y los medios más diversos. Mis ‘libros’ son objetos de arte que no se leen como un volumen tradicional -los textos suelen ser brevísimos-, sino que pueden transformarse en comunicativos a través de sensaciones táctiles, y utilizan el espacio. No fue por azar que cuando comencé con estas cosas, los escritores las rechazaron de plano mientras los plásticos las aceptaron inmediatamente. A esto se agregaba que yo no usaba el lenguaje ni para convencer ni para conmover, sino de una manera puramente abstracta, desechando inclusive la retórica y hasta la gramática en lo que hace a la lógica de las construcciones». Para él una página de un libro esta no sólo compuesta por palabras que generan una historia, sino también por espacio que las separan, por márgenes, por parágrafos, por columnas, por un comienzo y un final sellados a través de tapa y contratapa, como en «For Fans and Scholars Alike» (Tanto para admiradores como para eruditos), publicado en Rochester en 1987, en donde la columna del texto era suplantada por arabescos y fragmentos de motivos barrocos.

Empezó de esta manera a crear libros en donde estos elementos y la distribución gráfica de ciertas palabras sobre la página, irán creando «imágenes» que apuntarán hacia una deconstrucción de lo que tantos escritores dan por sentado. O como en «Tell me what sort of wall paper your room has and I will tell you who you are» (Dime que tipo de empapelado tiene tú habitación y te diré quién eres), en el que cada página del libro estaba hecho de papel para empapelar paredes en la que se leía al pie: «Empapelado de mi contador», «Empapelado de la habitación de mi madre» etc.. Carrión inició de esta manera una práctica que, apoyada por un lado en el ámbito fronterizo de las entonces llamadas ‘experiencias visuales’ y por otro en el lenguaje, le ayudará a reflexionar sobre el fenómeno ‘libro’ y con estos trabajos realizara en el Centro In-Out su primera exposición.

Hay una diferencia sustancial entre los «libros» de Carrión y los libros que otros artistas producirán en este período. Mientras otros artistas se quedarán en la producción de libros únicos o de tirajes reducidos, lo que limitaba la efectividad de sus mensajes, Carrión trabajará el fenómeno libro en su totalidad incluyendo en su obra el gran tiraje. Una sola excepción hay que anotar en esta regla. En «Verzamel werk» (Obras completas) es una edición de ‘originales’ en el que cortó en cuadrados precisos pinturas al óleo y los encuadernó como esos preciosos libros para coleccionistas, en un intento crítico de plantear el lenguaje de la pintura y del problema del original.

Ulises Carrión, Autorretrato.

De este autorretrato hay dos versiones, arriba es el primero, sin fecha. El  segundo, aquí abajo,  es de 1979.

Foto de J. Liggings

A principios de 1975 Carrión abrió en el Herengracht de Ámsterdam ‘Other Books and So’, un centro de distribución y exposición de libros de artistas. Lo que comenzó como una iniciativa para mostrar una producción hasta entonces considerada marginal, sobre todo de la llamada poesía visual y poesía concreta, se transformó en poco tiempo en uno de los centros más activos de Holanda en diferentes campos de renovación artística en la que no sólo libros de artistas formaba parte sino también las performances, el arte de sellos, los experimentos de sonido, el video y el «mail art», ese arte personal y privado que intentaba hacer de cada uno un artista y de cada proposición una obra abierta. El carácter interdisciplinario y la vivacidad con la que este centro se manifestaba en Ámsterdam y en un determinado momento en Europa, se debía totalmente a la actividad y energía con que Ulises Carrión lo mantenía.

Ulises Carrión en Other Books and So

Fue tanta la respuesta de artistas y tantas las obras recibidas que en un determinado momento el espacio de ‘Other Books’ se transformó en una inauguración permanente, un lugar a donde se tenia que ir semanalmente para poder ver las obras que llegaban. El «arte vivo», la creación permanente sobre la cual un buena parte de la vanguardia de los 60 y los 70 había asentado sus principios, parecía haberse convertido en una realidad tangible y la ruptura de la frontera entre arte y vida, que había preocupado a toda la vanguardia del siglo XX, parecía por fin hacerse realidad.

‘Other Books and So’ cerró sus puertas en 1978. Pocas veces en Holanda un centro como este, nacido de la iniciativa de un artista, ha atraído tanta atención de crítica y público. Hasta hoy encuentro gente en Ámsterdam que me cuentan emocionados su confrontación con el nuevo arte de los 70 en ‘Other Books’ y la manera rica y abierta con todo era presentado y animado por Ulises. El periodista Johannes van Dam recordaba hace unas semanas en un emocionado artículo en el periódico Het Parool el chiste genial del local en sus comienzos: al final del largo subsuelo de Other Books, Carrión había colocado en pesadas letras de hormigón POESIA CONCRETA, usando el inglés que ya se estaba transformando en la lengua franca de Ámsterdam en el que ‘concrete’ no solo es ‘concreto’ sino también ‘hormigón’.

Luego de la clausura de ‘Other Books’, Carrión estableció un archivo con todo el material donado por los artistas, una colección de lo efímero y lo sustancial, que da una imagen de una de las líneas creativas más activas de los 70 y que ha (in)formado, igualmente, una buena parte del arte de los 80.

Ulises Carrión continuó realizando libros y extendió al mismo tiempo sus medios hacia el video, el film y la radio. Como en el arte conceptual, las obras iban siendo construidas no como una forma de representar la realidad sino como una manera de mostrar las estructuras imperceptibles de las ideas, los procesos y las situaciones. Durante el festival «La Ciudad» en Arnhem, Holanda, por ejemplo, Carrión organizó una visita guiada en la ciudad siguiendo el formato de las visitas organizadas para turistas. En un autobús con guía uniformada, se recorría la ciudad parándose para visitar sitios de importancia. Pero el itinerario del viaje no mostraba los edificios principales de la ciudad o los sitios históricos, sino lugares que en primera instancia no tenían ninguna relevancia aparente. Su única importancia venia dada por el hecho de haber sido los lugares dentro de la ciudad que habían sido importantes en la historia individual de dos de sus habitantes. La historia de amor que estos habían vivido era relatada durante el viaje por la guía. Cada sitio tiene su historia.

La permanente preocupación de Carrión por la creación de obras en donde lo interactivo juegue un rol importante, quiero decir una «propuesta» que debe ser llenada y completada por el espectador o el participante, ha generado estos últimos años interesantes obras como el proyecto «Gossip, Scandals and Good Maners» (Chismes, escándalos y buenas maneras) y «Lidia Prados Superstar». El primero consistía en tratar de descubrir la estructura que seguía un chisme («Ulises Carrión será elegido Director del Stedelijk Museum de Amsterdam»), la segunda consistía en la realización de un festival de cine en Ámsterdam, Arnhem, Rotterdam y Groninga, de las películas protagonizadas por Lilia Prados con la presencia de la celebrada actriz mexicana. En estos, como en otros proyectos, Carrión se presentaba como estupendo narrador de historias aparentemente sin importancia pero con una estructura especial. Los detalles de sus ‘historias’ parecieran ser menos importantes que los canales a través de las cuales adquieren realidad y pueden ser transmitidas. Son los canales a través de los cuales la información es transmitida -y algunos de ellos pueden ser muy triviales- lo que fascinaba a Carrión. En este sentido su obra, aunque parezca concreta -un libro, un viaje en autobús, un festival de cine, un video-tape, etc.-, era a menudo inasible: Carrión no creaba objetos sino situaciones, contextos, posibles acciones. Para Carrión una obra sin la incorporación de los otros no tenía sentido, y en ella las estructuras que la generan y que esta produce son lo importante. Carrión: «Quiero cambiar la experiencia de la gente, quiero hacer posible que la  gente tenga otras experiencias. Como cuando un pintor pinta un cuadro… No es para nada necesario que un pintor haga un cuadro, pero en el momento que lo hace este existe. De esto se trata! Si Lilia Prado nunca hubiera venido a Ámsterdam, no hubiera pasado nada. Pero ha venido y existe, así no más, porque uno se lo propuso. Y esa existencia cambia, aunque sea de una manera minima, tu realidad. Cambia la historia de tu vida !» Estas han sido las bases en las que Carrión asentó su obra primeriza en 1970 y sobre las que consistentemente la sostuvo.

Afiche de Lilia Prado Superstar Filmfestival, 1984.

Las obras de Ulises Carrión han sido ampliamente expuestas en todo tipo exposiciones. De la prestigiosa Bienal de San Pablo al Kunstmuseum en Berna, en el Centro de Arte Contemporáneo en Ginebra, el Museo de Arte Contemporáneo de Basel, en el Long Beach Museum of Art, en video festival en Toronto, Tokio, Rotterdam y Tel Aviv entre otros. Junto a innumerables conferencias y organización de exposiciones del material de su rico archivo, Carrión fue los últimos dos años miembro de número de la Comisión de Artes Visuales del Consejo de las Artes de la Municipalidad de Ámsterdam. Luego de su muerte repentina hace unas semanas nos dimos cuenta, como siempre demasiado tarde, que a Ámsterdam le faltará para siempre uno de sus artistas mas honestos y generosos y que México perdió a uno de sus desconocidos más ilustres.


Publicado en el periódico El Universal de México en 1989 a las pocas semanas después de la muerte de Carrión .

Luego re-impreso sin autorización en:

  • 1999, exposición «El arte de los libros de artista», Biblioteca de México, México City.
  • Revista, CURARE, n. 9, México.