Ni Haifeng
Leyes de inscripción
La cerámica China que cubrió el mercado holandés y europeo a partir del siglo 18, fue el estricto ejercicio de los primeros modelos del capitalismo, tal cual era desarrollado por los holandeses. Hecha en China para consumo holandés y europeo, hacía uso de la extensa y rica tradición de cerámicas en China y de la mano de obra barata que allí se ofrecía.
Las piezas de cerámica debían hacerse siguiendo estrictas instrucciones enviadas desde Holanda, y estos textos eran claros en su lenguaje administrativo. Formas, medidas, cantidades eran establecidos con precisión para conformar el mercado al que estaban destinados. Uno de esos textos, escrito en Amsterdam y fechado 1731, llamado “Requirements for the Return Skipments”, ordenaba1 : “porcelain in variety, mostly blue, blue and gold, white, red and gold, all of beautiful designs in round quatities for 50.000-60.000 guilders” (Porcelana variada, sobre todo azul, azul y oro, blanca, roja y oro, todo con diseños bellos por la cantidad de entre 50.000-60.000 florines).2 No sólo los colores eran estipulados sino también con idéntica precisión la decoración que debía cubrirlos. Los conocidos diseños de Cornelis Pronk, “maestro pintor y dibujante de Amsterdam”, es uno de los varios modelos que fueron usados para que manos chinas siguieran sumisas los encargos que desde la Republica Netherland se hacían. Sobre todo la cerámica más cara, tenía que estar hecha y decorada siguiendo el gusto y las necesidades y costumbres de europeos de la época
La cerámica que se fabrica por encargo en China no era sólo de objetos para uso cotidiano. Piezas únicas de cerámica eran encargadas para celebrar las posesiones en ultramar, el florecimiento del comercio y ser usadas como testimonio durante las festividades pertinentes, de los que la pintura holandesa de la época da testimonio en los fastuosos banquetes de los miembros de las corporaciones que comandaban la colonización y sus negocios.
De esta manera nació “china”, como los norteamericanos siguen llamándola, una extensa variedad de platos, fuentes, tazas, teteras, azucareras, y un largo etcétera que forman parte de una completa selección de objetos de cerámica para el uso y consumo de la rica República. Reconociendo que el carácter primordial de encargos, esta cerámica es llamada hoy Chine de commande.
Es este rico material histórico e iconográfico el que Ni Haifeng tomó como base para la serie de fotografías Self Portrait as Part of the Porcelain Export History (Autorretratos como parte de la Historia de la Cerámica para la Exportación) . Ni inscribió en su cuerpo los diseños de porcelana que seguían los modelos enviados por los holandeses, y las imágenes de ciertas piezas de encargos especiales, testimonios iconográficos de posesión y posición. Para los primeros Ni Hainfeng eligió trabajar con motivos decorativos que rodean motivos o escenas que inscribió en su mano, piernas, espalda y hasta en su cara. Para los segundos dibujó barcos de vela, provenientes de piezas únicas de encargo. En tres fotos de la serie, ha transcripto sobre su cuerpo textos. Estos textos provienen de estudios científicos sobre la porcelana producida en China para Occidente, o descripciones de los objetos mismos, tal cual son hecho por historiadores del arte, aunque, hay que decirlo, también es una práctica corriente en el circuito de remates y anticuarios que negocian con estos objetos. Las técnicas de la ciencia y las de los negocios son debeladoramente contrastadas. En una de las fotografías, podemos leer la manera como en el discurso de la historia del arte, es este caso su versión inglesa, introduce temas de estudio: “The story of the Honorable East Indian Company trading to China”, escribe Ni Haifeng en su espalda, “is so central to the study of export of porcelain to the West during the eighteenth century that many pieces from throughout the book could conceivably be drawn into a section with this title. In fact only fine examples have been chosen to serve as representation of the journey from Britain to Canton” (La historia del comercio con China de la Honorable Compañía de las Indias Orientales es tan fundamental en el estudio de la exportación de porcelana hacia Occidente durante el siglo XVIII que muchas piezas incluidas en este libro pueden ser incluidas sin problema en un capítulo de este libro. De hecho solo ejemplos excelentes han sido elegidos para servir como representación del viaje desde Britania a Cantón). En otra, números de clasificación y detalles técnicos preceden una seca descripción de una pieza, que recuerda los textos de los mismos encargos, salvo los detalles históricos que los siglos han acumulado.

Ni Haifeng señala la importancia de la descripción y la categorización, la función que las imágenes y la palabra tienen dentro de ella. Ambas han jugado un papel primordial en Europa para establecer una compleja trama a través de la cual no solo objetos, sino también sujetos son percibidos, cuan paradójico esto pueda parecer. “Otherness” es revelada por Ni como la suma de estos textos, envueltos en la escritura de la Historia. Sus fotografías revelan los diferentes niveles que han formado “lo chino” tal cual lo encontramos hoy.
Pero hay más. Al elegir la presentación de las inscripciones sobre su cuerpo a través de la fotografía, Ni Haifeng crea un puente entre producción y reproducción, entre original y copia, entre primer y segundo texto.
Ni Haifeng establece en imágenes la constitución del ‘cuerpo extraño-extranjero’ como determinado por las leyes del capitalismo y sus ciencias. La presencia de su propio cuerpo, y su elección de posicionarlo no en China sino en Ámsterdam establece una conexión con el presente y el estado actual de las migraciones en Europa. A través de estos autorretratos, Ni re-territorializa la Historia en el presente, y repiensa historia, texto e imagen a través de la presencia de migrantes (chinos) en Europa. El sistema de decoración y signos de las cerámicas chinas son leídos y presentados desde un presente en el que la percepción del sujeto está envuelta en la historia del capitalismo y su reflexión sobre el sujeto.
Ni Haifeng ha combinado la historia del comercio con su propia historia personal, y el hecho que desde hace años vive y trabaja en Ámsterdam. En un texto sobre esta serie, Ni Haifeng subraya el inusual e inesperado hecho que desde hace varios años ”en el tercer piso en una casa del Prinsengracht. A través de la ventana puedo ver el canal que era antiguamente uno de las principales vias de transporte y en la alguna vez los objetos fueron Cargados y descargados. Estoy seguro que aquí llegaban las porcelanas en grandes cantidades en el pasado, una idea que hace tanto mi vida aquí como la memoria histórica aún más fantasmal, irónica y mas interesante”.3
La serie de fotografías da a ver, al mismo tiempo, la indiferencia sobre el que la diferencia se practica hoy. Esto es que cualquier elemento puede definir al sujeto “otro”, cualquier objeto puede ser puesto en lugar de el/ella. En este campo de lo indiferenciado, un objeto puede determinar en Europa la identidad adherida al mismo sujeto, tanto como una comida, una geografía, y las asociaciones elaboradas en las épocas de la colonia y el comercio, y la manera como han crecido en historias y usos, a todos los niveles. Cada una de los individuos de las diferentes comunidades que forman el complejo multicultural de Europa hoy conoce esta experiencia. El espejo que se ofrece hoy para que el otro se refleje esta surcado por ellos.

A pesar de que Ni Haifeng desarrollo esta serie de fotografías en 1999, no podemos dejar de pensar en la trágicas circunstancias en las que 58 inmigrantes chinos murieron en la caja del camión cerrada a cal y canto en camino hacia el puerto de Dover, el año pasado. El negocio de extranjeros en estos momentos en Europa es una negociación entre lo legal y lo ilegal, lo permitido, lo negado y lo necesario, las relaciones con las excolonias, los mecanismos del mercado y las demandas. Sin olvidar las formas complejas en las que estas circunstancias se reflejan en las políticas de los espacios culturales en las que las artes visuales operan. Ni Haifeng cruza todas estas líneas con sus fotografías y finalmente deja que su barco ancle en el sujeto, el primero y último destino de estas líneas q ue ha ido trazando en esta serie de fotografía. Poniendo su propio cuerpo como el espacio de cruce revela la manera como un orden histórico se reinscribe en el presente.
La forma más reciente del comercio que los Países Bajos ha reestablecido como práctica es la de trata de personas. Varios países europeos en estos momentos están intentando reestablecerla. A raíz de la falta de personal cualificado para ciertos empleos, los Países Bajos, por ejemplo, ha comenzado a importar personal para hospitales, como en los años 60 se importaron obreros de Turquía y Marruecos como mano de obra barata. Alemania, por su lado, ha importado el año pasado varios miles de trabajadores cualificados para la industries electrónica. Cuando en el siglo 18 objetos de cerámica y especies estaban en el centro del comercio (y gente, pero estos eran fundamentalmente esclavizados y comercializados entre África y las Américas y entre Asia y África), los objetos de porcelana eran sometidos a un estricto sistema de embalaje. En cada cajón se adhería un “unpacking note” (instrucciones para desempaquetar), con una detallada descripción de su contenido. Al mismo tiempo, se acostumbraba en el siglo 18 que un cajón especial con muestras, e idéntico “unpacking note”, era puesto en la cabina, y llevado a los directores de los depósitos inmediatamente luego del arribo del barco en Holanda, para que tenga un idea exacta del surtido que habían comprado.4
Las escasas exposiciones en Europa dedicadas al tema de esta exposición, y la restringida y selecta presencia de artistas provenientes de otras culturas que viven y trabajan en Europa en exposiciones en museos y en colecciones públicas, nos llevan a preguntarnos no solo que estamos desempacando, sino también para quién. Si las frágiles inscripciones que Ni Haifeng dibujo sobre su cuerpo son presentadas a los “directores de los depósitos y almacenes” o para señalar, como Ni lo quiso, la manera como sujeto e historia, objetos y motivos deben hoy ser reinscritos en una historia diferente de mostrarlos.
1 – “Requirements for the Return Skipments”, 1731, “porcelain in variety, mostly blue, blue and gold, white, red and gold, all of beautiful designs in round quatities for 50.000-60.000 guilders”.
2 – C.J.A. Jorg, Porcelain and the Dutch China Trade, Martinus Nijhoff Publisher, Den Haag, 1982.
3 – Ni Haifeng, manuscrito inédito, 1999. (“in a third floor of a town house at the Prinsengracht. Through the window I can look over the canal, which once was one of the main transportation veins and where once goods were loaded and unloaded. I am sure ‘porcelain in bulk’ arrived here sometime in the past, the thought of which makes my living and the historical memory all the more ghostly, ironical and interesting”).
4 – C.J.A. Jorg, op cit.
Este texto fue publicado en inglés bajo el título Ni Haifeng > Laws of Inscription en Salah Hassan, Iftikhar Dadi (compiladores), Unpacking Europe. Towards a Critical Reading, Rotterdam(Museum Boijmans Van Beuningen / NAi Publisher) 2001, pp. 332-337.
Una versión editada en inglés de este texto con el mismo título se publicó en 2003 en el libro “View in Colour”, Paris.
Esta es la primera traducción al castellano.
Esta serie de fotografías nació como un proyecto conjunto de la Gate Foundation y la Asociación de Acuarelistas de Holanda para la exposición “Waterverf”, 1999. La curaduría y el encargo estuvo a cargo de Sebastián López. Fue exhibida por primera vez en la exposición Ünpacking Europe” en el Museum Boijmans-van Beuningen
	
	
	
			
			
	
					

